Los Diez Mandamientos
Esta serie de lecciones sobre la Ley de Jehová Dios es una introducción a la belleza de la santidad. La santidad va más allá del hecho de que no haya pecado en Dios. Su santidad es la belleza pura de Su Ser amoroso. La esencia de la Ley de Dios es revelada a nosotros en Su santa Ley. Como veremos en nuestro estudio, el Señor Jesús resumió la Ley entera en la palabra “amor”. Esta entrada a una comprensión de la Ley de Dios “a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Rom. 7:12).
Una experiencia incómoda con la Ley de Dios viene por-que por causa de nuestra condición caída nos confronta con nuestra pecaminosidad y nuestra culpa. Pablo escribió en Romanos 3:20 que “por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Aun así, la Ley no tenía un efecto tan punzante en Adán y Eva en el Paraíso. Ellos experimentaban la Ley de Dios como su deleite mientras estaba escrita en sus corazones, y la entendían como el reflejo resplandeciente de su Hacedor. Su gozo no tenía limites mientras andaban en obediencia a la Ley de Dios, reflejando la naturaleza de Dios en amor a Él, el uno al otro y a Su creación.
Introducción
Ver la montaña más alta del mundo es impresionante. Volar sobre un océano casi infinito te hace sentir pequeño. Asomarse al universo de miles de millones de estrellas es deslumbrante.
El Dios de la Ley
Desde los primeros días de nuestra infancia nos resistimos a la voluntad de otra persona cuando se opone la nuestra.
El Paraíso y la Ley
No hay palabras que puedan describir la belleza y la alegría que Adán y Eva experimentaron en el Paraíso. Pero del mismo modo, no hay palabras que puedan describir la destrucción causada por la rebelión de Adán y Eva contra Dios.
Jesús y la Ley
Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.
La Ley y el Pecador
Desde nuestra caída, hemos perdido la habilidad en nosotros mismos de obedecer la Ley de Dios. Pero no todos perciben esa realidad. De hecho, ninguno de nosotros ve esta realidad a menos que la gracia nos despierte.
La Ley y el Santo
Nadie es más bienaventurado que aquellos que son llamados los santos de Dios. Salvos por gracia, guardados por la gracia, guiados por la gracia y, por último, transferidos del reino de la gracia al reino de la gloria.
La Ley en el Monte Sinaí
Inolvidable y profundamente conmovedora fue la escena en el monte Sinaí cuando Dios proclamó su eterna Ley al pueblo de Israel.
El Primer Mandamiento
Y habló Dios todas estas palabras, diciendo…luego vienen los Diez Mandamientos. Ningún Dios es mayor que el Creador del cielo y de la tierra y ninguna Ley es mejor que los Diez Mandamientos.
El Segundo Mandamiento
Cada dirección en la vida comienza de la misma forma. Siempre comienza con un paso o una decisión.
El Tercer Mandamiento
A menudo Dios habla en Su Palabra de que Él obra por amor a Su nombre. Eso quiere decir que Él exalta la gloria de Su carácter o de Su ser por medio de Sus hechos u obras.
El Cuarto Mandamiento
“Para que no olvidemos...” Esas palabras se refieren a la vida de los soldados caídos, pero también se aplican a la Ley de Dios.
El Qinto Mandamiento
Dios nos dio poder cuando diseñó la tierra para que fuera gobernada a través de Sus representantes.
El Sexto Mandamiento
Generalmente todas las personas valoran su vida. Es porque fuimos creados para vivir para siempre.
El Septimo Mandamiento
Salomón escribió que mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa. La razón es simple.
El Octavo Mandamiento
El amor al dinero es la raíz de todos los males. Aunque las Escrituras apoyan esta verdad con muchos ejemplos, la humanidad no aprende.
El Noveno Mandamiento
Testificar es una gran responsabilidad. Puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Ha salvado a las naciones de la destrucción y a individuos de sentencias injustas.
El Décimo Mandamiento
El joven Saulo era religioso. Era celoso para Dios. Era uno de los que pensaba que guardaba la Ley de Dios a la perfección.
La Ley en la Eternidad
Y Dios habló todas estas palabras, diciendo…Así es como comienzan los Diez Mandamientos según lo registrado por Moisés.