Los Diez Mandamientos El Segundo Mandamiento
Cada dirección en la vida comienza de la misma forma. Siempre comienza con un paso o una decisión. Puede que parezcan insignificantes. Aun así, el resultado del primer paso no aparecerá hasta que hayamos alcanzado el final del camino. En ese momento, usualmente es demasiado tarde para revertir nuestra dirección. Sin embargo, nuestro Creador conoce el final desde el principio. Él sabe a dónde llevará la distorsión más mínima de Él y de Su carácter. Cambiar la gloria de Dios por una imagen o algo creado no solo es deshonroso, sino también destructivo para nosotros y nuestros descendientes.