Los Diez Mandamientos

El Sexto Mandamiento

Los Diez Mandamientos

Esta serie de lecciones sobre la Ley de Jehová Dios es una introducción a la belleza de la santidad. La santidad va más allá del hecho de que no haya pecado en Dios. Su santidad es la belleza pura de Su Ser amoroso. La esencia de la Ley de Dios es revelada a nosotros en Su santa Ley. Como veremos en nuestro estudio, el Señor Jesús resumió la Ley entera en la palabra “amor”. Esta entrada a una comprensión de la Ley de Dios “a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Rom. 7:12). Una experiencia incómoda con la Ley de Dios viene por-que por causa de nuestra condición caída nos confronta con nuestra pecaminosidad y nuestra culpa. Pablo escribió en Romanos 3:20 que “por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Aun así, la Ley no tenía un efecto tan punzante en Adán y Eva en el Paraíso. Ellos experimentaban la Ley de Dios como su deleite mientras estaba escrita en sus corazones, y la entendían como el reflejo resplandeciente de su Hacedor. Su gozo no tenía limites mientras andaban en obediencia a la Ley de Dios, reflejando la naturaleza de Dios en amor a Él, el uno al otro y a Su creación.

El Sexto Mandamiento

Generalmente todas las personas valoran su vida. Es porque fuimos creados para vivir para siempre. Una vez la vida era tan hermosa que vivir era el mayor gozo. No había amenazas, no había envejecimiento, no había enfermedades. Desafortunadamente, todo eso cambió cuando el pecado entró en el mundo y por el pecado, la muerte. Aun así, a pesar de esa triste realidad, todavía luchamos para proteger o defender nuestra vida porque es preciada. La vida también es preciada para Dios nuestro Creador. Lo dejó muy claro al cercar firmemente la vida de cada persona. La cerca dice: “Así dice Jehová, no matarás”.