Historia de Redención El Exilio
Las promesas de Dios traen privilegios, pero también traen obligaciones. El pueblo de Dios aprende que rebelarse contra Él y romper Su pacto resulta en la misericordia del castigo para entrenarlos en Sus caminos y hacerlos regresar a Sí mismo.
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación” (1ra Pedro 2:11–12).